Tengo alguna debilidad, lo confieso. Hoy me gustaría presentaros (si ya la conocéis recordad que yo la vi primero :P) a una mujer que, con sólo sentarse al piano, hace que me tiemblen las piernas y caiga de rodillas (no me diréis que no hubo una sesión de dominación clásica en esta frase...). Hiromi, que así se llama la divinidad de la que estoy hablando, es capaz de pasar de ser la sensibilidad personificada al piano (y ponerme los pelos de punta y todo lo que se proponga...) y de pronto convertirse en alguna tormenta tropical perpetrada por alguna Diosa del metal (y todo ello sin meterle distorsión!) en una clara demostración del alcance que tiene su poder (otro toque para hablar de esta mujer sin que perdáis el hilo).
Me recuerda a Janis Joplin, pero lo hace porque la veo disfrutar tanto mientras toca que yo creo que algún orgasmo tiene que experimentar de vez en cuando (mientras toca, coño, que no se me ocurriría tacharla de aburrida).
En su música se mezcla lo clásico, con el Jazz, con el blues, con el funk, con lo progresivo... Qué sé yo! Siempre odié las etiquetas musicales. Igual influye el hecho de que pueda pasarme de Chopin a Meshuggah sin perder la sonrisa ni un ápice de euforia...
En fin, como decía un amigo cuando salía a tocar con su grupo de death metal: "espero que si no os gusta, al menos os resulte curioso" ;)
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