¿Alguien ha visto mi cerebro alguna vez?

No estoy de broma: juraría que estaba aquí dentro -murmuré mientras mi mano izquierda perseguía inútilmente el acceso al interior de mi cabeza-. Al menos eso me había contado la profe de ciencias en la escuela. Claro que, por otra parte, nunca se me ocurrió comprobar si de verdad tenía razón... Muchas luces no tenía aquella mujer aunque, ahora que lo pienso, un rato dominante sí era. No es mi tipo: igual influye el hecho de que yo no eligiese someterme a sus [estúpidas] normas (no me va el rollo no consentido; defectos que uno tiene).

Por dónde iba... Ah, sí. Qué fácil es burlarse del que no se fía de que la luz de la nevera se apague al cerrar la puerta. Di tú que lo de abrirme la cabeza para comprobar un hecho científico sería quedarme en el plano teórico dejando a un lado el sentido común (el que no se consuela es porque no quiere). Además, digo yo que esto de la medicina no será un fraude como los reyes (pensad en elefantes y no en regalos).

Pero ¿y si está en otro lugar el cerebro? Bah, si todas las respuestas las tiene Google: busquemos. Jejej el típico chiste fem... Pero y sí... ¡AAAAHHGGGGHHH!

Despierto, sobresaltado, sí, pero despierto, y todo está en orden (que no es poco). Ríe, ríe pero seguro que tú, valiente sumiso, lo primero que harías sería lo mismo que hice yo: mirar si sigue ahí. No penséis mal, me refiero al cerebro que vi en el sueño...

Earl Grey Skinks

¿Sabéis lo que sería un negocio redondo? Hacer un CB (dispositivo de castidad) con forma de cerebro. Yo presagio que se venderían como churros -vaya metáfora-. Si alguien se anima y se hace rico a mi costa, espero que sea una Mujer y, sumisamente le ruego, me envíe una postal (qué menos).